Ante la necesidad de estar Reflexionando Sanamente durante esta cuarentena  y evitar contagios, te compartimos estos temas pensados para ti...

Mientras van pasando los días ESTANDO EN CASA empezamos a experimentar una incertidumbre y una persecución que podría enfermarnos, más allá de la infección por coronavirus, afectando tu SALUD MENTAL. Por eso, queremos ayudarte a cultivar tu SALUD ESPIRITUAL con los siguientes ejercicios:


1ra. Semana: Jesús supera las Tentaciones en el desierto.

San Mateo 4, 1-11 (Imagina el mismo evangelio, pero ahora tú estás en el desierto para recibir las tentaciones.)

Escribe en un cuaderno tus respuestas a las siguientes preguntas:

1.- Mi vida es un camino espiritual, voy caminando hacia Dios.   Cuál es tu proyecto de vida?.                                                                                                  2.- Vida sin conciencia, no medir consecuencias, dejarnos llevar por los impulsos sin reflexión,  sacar a Dios de mi vida.  Solo quien ha caído en la tentación y ha probado lo amargo del pecado, sabe de lo que hablamos.   Cuáles son  tus tentaciones?.                                                                                                                   3.-  Revisa los pecados capitales:                                                                                                                     Cuál es tu pecado dominante?,              cuales están más arraigados en tu vida?                                                              

4.- Cuando me pregunto que necesito, y donde lo busco?, y si eso que estoy buscando llena mi corazón?  Me doy cuenta que vendo mi voluntad por un poco de satisfacción.                                              Cuál es el engaño de la tentación?  Cuáles son las consecuencias de no manejar las tentaciones? 

 

5.- Mis tentaciones sobre Dios, sobre la Iglesia, sobre la familia.

Acciones para vencer las  tentaciones:                                                                                                                      La tentación es una oportunidad para crecer,  para fortalecer el Espíritu.   Pedir a Dios sabiduría para poder vencerlas.                                                                                                                                  

7 PRÁCTICAS PARA CREAR UNA BASE PARA SUPERAR LAS TENTACIONES

 

1 – El crecimiento en el autoconocimiento y el conocimiento de Dios

2- Mortificaciones                 

3 – Centrarse en las raíces del pecado

4 – Detectar el defecto dominante

5 – El crecimiento de todas las virtudes

     Purificaciones activas

       De los Sentidos –.

       De la imaginación.

       De la memoria –

       Del intelecto

       De la Voluntad –

6 – La confesión regular y la Santa Comunión

7 – Oración

 

10 FORMAS PARA RESISTIR LAS TENTACIONES CUANDO LLEGAN

1 – Hacer lo que estás haciendo

2 – Recuerda, una victoria ayuda a allanar el camino para las demás

3 – Considera que el pecado es un placer pasajero pero la factura inevitablemente viene más tarde

4 – ¡Pedir a Jesús!

5 – Mantente alerta y sobrio

6 – Acepta que vas a tener que sufrir a veces para resistir la tentación

7 – Si algo te hace pecar con frecuencia, debes estar dispuesto a desprenderse de él, incluso si es difícil

8 – Muchas tentaciones ocurren por la noche al intentar dormir

9 – Ama a Dios y pídele en los momentos de tentación por la gracia de amarlo más que al pecado, más que a ti mismo, y más que a tu placer

10 – En algunas tentaciones (como las adicciones) es bueno tener un patrocinador o amigo que podemos llamar cuando estamos luchando

 

Pecados capitales

1. Soberbia u Orgullo Virtud a lograr: Humildad

2. La Avaricia Virtud a lograr: Generosidad

3. La Lujuria   Virtud a lograr: Castidad

4. La Ira  Virtud a lograr: Paciencia

5. La Gula  Virtud a lograr: Templanza

6. La Envidia   Virtud a lograr: Caridad

7. La Pereza  Virtud a lograr: Diligencia

 

 

Oración para vencer las tentaciones:  Señor y Dios mío, las tentaciones me consumen, me atraen y me siento débil para enfrentarlas,  se me presentan atractivas y fascinantes,  me tienta el ser considerado una persona importante, me tienta el tener muchas cosas materiales, me tienta la comodidad y el poder, me tienta y me atrae el que me alaben,  me tienta el prestigio y la fama, me tienta la soberbia, me tienta la posibilidad de serle infiel a los que yo quiero, Señor y  Dios mío, tu eres mi roca y  mi salvación, te pido la fuerza de tu amor para no caer, para ser firme y mantenerme fiel a tu buena nueva, que es la que nos da la verdadera felicidad.  Señor quiero tenerte siempre en el centro de mi vida, porque tú eres la vida, la única y verdadera vida que hace pleno al hombre y a la mujer.  Amén. 

2a. Semana: La transfiguración del Señor.

Lee Atentamente el Evangelio de Mateo…                                   

 

Imagínate a ti mismo en el monte, junto a Jesús y cómo te vas transfigurando… (Haz una oración escrita…)

 

1. Jesús se transfigura en el monte, hay realidades que solo Dios puede transfigurar, pregúntate, ¿qué cosas de mi vida necesito transfigurar? ¿En qué cosas de mi vida estoy desfigurado?

Transfigurar significa darle mejor forma a mi vida, mi abandono, mi infancia,      mis heridas… (Puedes leer algo sobre tu niño interior)

 

¿Cómo puedo transfigurar un vicio?

¿Cómo puedo transfigurar mi depresión?

¿Cómo puedo transfigurar mi miedo?

¿Cómo puedo transfigurar mis pecados?        

 

MANERAS DE TRANSFIGURAR TU VIDA:

 

Agradeciendo cada cosa que haz pasado,  agradece las cosas malas  agradece los maltratos y las humillaciones, agradece cada dificultad  de tu vida.                                                                   

Recuperando lo que Aprendí de todo esto, ¿para que me sirvió eso que pasé?                             

 

Perdonando, pues debemos aceptar que las personas que hieren probablemente lleven dentro un profundo dolor.  Por eso he de regalar perdón a otros y a mí mismo.                                                             

Meditando, ¿qué me dice Dios al respecto?                                              

 

Aceptando mi vida con todo lo que ha pasado,

 

Sobreponiéndonos a nuestras heridas es el primer paso hacia la paciencia, la compasión y la comprensión con nosotros mismos.          

Enfrentando mis adicciones antes de que deba consumir cantidades mayores de la sustancia para  obtener los mismos efectos o se me haga una obsesión y preocupación recurrente.

 

Mortificándome y ayunando.

Ayudando a mi prójimo.                             Practicando la oración y la meditación.  Realizando ejercicio físico, Oración. Recuperando la alegría de vivir.

Cultivando hábitos saludables                buscando dirección espiritual y confesión.

Fortaleciéndome para poder abrazar la cruz.

 

MANERAS DE TRANSFIGURAR LA DEPRESIÓN:    

          

Define tus metas, analiza tus pensamientos y debate con los que sean irracionales, atrévete a experimentar tus emociones,                    No te encierres en ti mismo,

Haz ejercicio físico aeróbico,

Lleva un diario emocional,

Haz oración,

Lleva una alimentación saludable,

Encuentra el proyecto de Dios para tu vida.

 

Oración:                                                                  Señor Jesús  que subiendo contigo al monte de Dios,  pueda transfigurarme en tu presencia, tengo muchas cosas en mi vida que no he sabido transformar y voy arrastrándome, cargado de tanto dolor,  mi vida se quedó atorada en el resentimiento,   no logro transfigurarme, Me duele mi historia,   estoy peleando con mi pasado,  no acepto mis heridas,  mi infancia y el abandono me lastiman, me gana la depresión,   hoy te pido Señor, concédeme saber transformarme en tu presencia, que yo pueda sacar de mi vida, la riqueza y la enseñanza de cada experiencia, la fuerza y la bendición Amén.   

 

CANTO: Un vaso nuevo

3ra. Semana: El cuerpo tiene Sed... También lo tiene el Alma.

Lee, cuantas las veces que consideres necesario, el evangelio que narra el encuentro de “Jesús y la mujer samaritana”: Juan 4, 5-42… Luego, lee estas hojas… Finalmente, ve haciendo una meditación escrita con las pistas que te presentamos aquí:

 


1. Siempre tenemos necesidades y siempre estamos buscando resolverlas… En este evangelio, Jesús mismo tenía una necesidad: Tomar agua… La samaritana tenía también necesidades: llevar agua, aclarar su relación con Dios, obtener respeto y amor, etc.

 

Es necesario que yo sepa distinguir mis necesidades (y los niveles en los que se encuentran) y cómo puedo satisfacer adecuadamente cada una de ellas…

 

De la necesidad de beber, podemos pasar a reflexionar sobre nuestras necesidades espirituales, es decir, sobre nuestra sed de Dios.  ¿Conozco cuáles son mis necesidades cotidianas? ¿Mi alma tiene sed de Dios?

 

2. Somos seres de necesidades constantes, algunas son superficiales y otras más profundas… Es como si estas necesidades nos lanzaran a una búsqueda infinita de satisfactores… Siempre estoy en búsqueda, siempre sintiendo el vacío, el hambre y la sed… siempre necesitados… Aunque quedemos satisfechos por un momento, luego vuelve la necesidad.  ¿Cómo Puedo distinguir mis necesidades más profundas?

 

3. Existen en nuestra vida necesidades que atender, y atendemos algunas de ellas, pero, ¿cómo, cuándo y dónde es suficiente?  Parece que el ser humano no sabe cuándo detenerse, cuándo ya es suficiente, hablamos de un ser humano que no sabe escuchar a su propia barriga ni a su propio corazón y que se confunde al tratar de interpretar las señales que su cuerpo le envía… ¿Dónde busco satisfactores? Y, ¿qué encuentro? ¿Hasta dónde debo detenerme en la búsqueda del placer? ¿Hasta dónde debo detenerme en la búsqueda del poder? ¿Hasta dónde debo detenerme en la búsqueda del prestigio? (¿El placer, el prestigio y el poder? Recuerda las tres tentaciones de Jesús que reflexionábamos el I Domingo de Cuaresma…)

 

4. ¿Cómo distingues tus necesidades auténticas de las innauténticas?

                                                         Nuestra sed nos pone en búsqueda, pero esa búsqueda es de algo más profundo.  Buscamos lo eterno y lo infinito en las cosas finitas… Tengo Sed de Dios y ¿dónde lo busco? A veces no logro distinguir si es a Dios a quien busco, sólo sé que busco algo que le dé verdadera alegría a mi vida: ¿Busco algo que le dé emoción a mi vida? ¿Busco algo que me dé sentido en la vida? ¿Todas esas serán búsquedas de Dios?

¿Dónde estoy buscando? ¿Qué estoy buscando? En la comida, en usar ropa de marca, en tener el celular de moda, en un carro mejor que los demás, en los amigos, en los viajes, en la experiencia de la droga, en la fiesta...  ¿Qué necesidades estoy alimentando? ¿Qué es lo que realmente busca mi corazón?

¿Tengo sed de reconocimiento, de amor, de cariño, de afecto, de intimidad (y a veces me asusta reconocerlo)? ¿Me siento estresado porque no sé dónde buscar? Y, ¿cómo he de satisfacer esa necesidad? ¿Sé escuchar mi necesidad? ¿Los demás satisfacen mi necesidad? ¿Yo satisfago mi necesidad? ¿Dios satisface mi sed?

 

Jesús conduce a la samaritana a la profundidad de su alma, para que se encuentre con ella misma… ¿Que necesitaba la samaritana? Sentirse amada, aceptada, reconocida por Dios… Jesús también me acompaña a mí… ¿Que necesito yo? ¿Qué cosas de mi vida por más que me llenen de momento me dejan igual de insatisfecho? San Agustín nos habla de que tenemos un corazón inquieto, que sólo encuentra su tranquilidad en Dios …

Pocos momentos de paz tengo… Soy una constante inquietud, una necesidad fluctuante, a veces siento necesidad de atender mi cuerpo y otras mi espíritu… a veces necesito un poco de paz… ¿Soy una sed que me engaña? ¿Es necesidad? ¿Es antojo? ¿Es capricho? ¿Es mi ego lo que quiere aquello? ¿Cuáles serían los criterios para definir si estoy respondiendo a mis necesidades auténticas? ¿Y si lo que busco es la satisfacción correcta? Lo que estoy consiguiendo, ¿hace que mi corazón se quede satisfecho? ¿Me hace feliz? ¿Me da paz? ¿Me da plenitud de vida?

 

 

5. Escribe una Oración pidiéndole a Dios que te conceda la sabiduría necesaria para satisfacer adecuadamente las necesidades de tu cuerpo, tu corazón y de tu alma...